Ir al contenido principal

Entradas

Espectroheliógrafo

Lo inventó George Ellery Hale en 1890. Este dispositivo permitía fotografiar la luz de una reducida banda de longitudes de onda del Sol. Esto permitió fotografiar las luces de onda en torna a la línea emitida por el calcio pudiendo estudiar la química de la región mas superficial del sol. Con este instrumento el propio inventor descubrió los vórtices solares.
Entradas recientes

Electrocardiógrafo

El holandés Willem Einthoven en 1903 desarrolló el primer galvanómetro de hilo. Constaba de un hilo o alambre conductor que a pasaba a través de un campo magnético. Por tanto una corriente que fluyera a través de él le obligaba a desviarse perpendicularmente a las líneas de fuerza magnética. Esto permitió reflejar las variaciones de potencial eléctrico del corazón consiguiendo así el primer electrocardiograma. Este primer aparato requería de 5 personas para poder utilizarse y pesaba 270 kg.

Avión de pasajeros

Los primeros aviones que se dedicaron a transportar pasajeros fueron los Sikorsky Ilya Muromets rusos, estos contenían dentro un salón de pasajeros con sillas, dormitorios, sala de estar y un lavabo. Además contenía calefacción e iluminación eléctrica. El primer vuelo con 16 pasajeros a bordo se efectuó el 25 de febrero de 1914. Su viaje más famoso fue uno que realizó desde San Petersburgo a Kiev en 14 horas.

Bastidor de hilar o máquina de hilar

Fue inventado por los ingleses John Kay y Richard Arkwright en 1769. Fue el primer artilugio mecánico que permitió hilar mecánicamente,  con mayor rapidez que si se hacía a mano y además de manera mucho más sencilla. Su funcionamiento constaba de cuatro rodillos y un husillo que permitían extraer y retorcer la fibra para conseguir un hilo homogéneo. En principio fue impulsada por la fuerza de caballos aunque posteriormente se utilizó la fuerza de un molino de agua. La primera fábrica que utilizó esta máquina fue propiedad de Arkwright en Cromford, Reino Unido frente al río Derwent.

Pergamino

Se conoce su uso ya desde el II o III milenio a.C. en Egipto aunque su uso era muy esporádico ya que se utilizaba más el papiro. También en textos babilónicos o asirios a partir del siglo VI a.C. se utilizaba este material. Sin embargo su perfeccionamiento fue debido a la ciudad de Pérgamo, una ciudad griega en clavada en el Asia Menor debido a la necesidad de tener un material nuevo para crear una biblioteca que quería hacer su gobernante Eumenes II. Para ello se inventó un nuevo tratamiento para las pieles en 170 a.C., estas se tensaban, raspaban y limpiaban para crear una hoja delgada y blanca que se podía utilizar por ambas caras para escribir sobre ella. El pergamino era mucho más fuerte que el papiro, el cual era el elemento más habitual utilizado para la escritura. El pergamino no se enrollaba como el papiro en largas hojas enrollables sino que se pegaban sus hojas a la manera de los modernos libros. 

Hélice propulsora

En 1827 el ingeniero británico Robert Wilson diseñó una hélice de propulsión que actuaba desde popa, este invento hacía que el barco fuese más manejable ya que afectaba poco al cabeceo del buque y era menos vulnerable a los ataques ya que se hallaba sumergida. Además impulsó la fabricación de barcos de vapor diseñados para la guerra. Las primeras pruebas con estas hélices que resultaron exitosas se hicieron en 1828 en el estuario del río Firth, a pesar de ello ni las autoridades ni ninguna compañía naviera se interesó por su invento y ni siquiera consiguió la patente por su invento. El primero en obtener una patente fue Francis Pettit Smith en 1836, la cual fue utilizada en un barco con su mismo nombre en el canal de Paddington.

Generador eléctrico

Después de inventar el transformador eléctrico y de descubrir la inducción electromagnética, Faraday en 1831 creó el primer generador de electricidad. Lo hizo a través de dos bobinas, cerrando el circuito eléctrico generado en una bobina para que llegase a la otra, después ideó una manera de cortar las líneas de fuerza continuamente en el metal haciendo girar una rueda de cobre en los que su borde atravesaba los polos de un imán en forma de herradura, esto hacía que la corriente eléctrica fluyese continamente por la rueda por lo cual esta corriente se podía dirigir al exterior. La clave para que este invento pudiese generar electricidad suficiente fue la utilización de una máquina de vapor para mover la rueda. En un principio este invento se llamó disco de Faraday, nombre por el que aún se le conoce.