Historia de los inventos

Los primeros ataúdes se utilizaron en el cuarto milenio a.C. en Sumeria, eran una especie de cestos de juncos trenzados. A partir de ahí muchos otros pueblos han enterrado a los muertos en cajas, especialmente en Egipto de dónde surgieron los tan conocidos sarcófagos, que fueron obras prodigiosas especialmente las de los faraones. En la época moderna en 1848 el estadounidense Almond Fisk patentó los ataudes de hierro fundido.

Se encuentra en restos arqueológicos que datan de hace 20000 años, en Egipto estaba muy generalizado su su uso, estaban hechas de varios materiales como madera, piedra, marfil o oro, muchas de las cuales tenían representados dioses o animales en su mango. En otras civilizaciones también se sabe que han existido gracias a textos antiguos como en la India, Grecia o China. En Roma se llegaron a inventar un tipo de cucharas-tenedores. En la Edad Media se utilizaron cucharas de hueso aunque las clases pudientes aún utiilizaban cucharas de metales preciosos como la plata o el oro.

Los primeros biberones se remontan al 1500 a.C. aproximadamente, algunos de estos se han encontrado en el centro de Europa, los cuales eran vasijas con dos orificios, en la Roma clásica también existieron este tipo de biberones que tenían dos orificios, uno era para meter la leche y el otro para que la chupase el bebé.  En la Edad Media existían unos vasitos de barro que colgaban al cuello del bebé y que contenían leche y licor de azúcar. En el siglo XVI Enrique II de Francia creó la fábrica de Saint Porchaire para fabricar biberones de cerámica o de porcelana. En 1841 se creó el primer biberón de vidrio por el estadounidense Charles Windship, antes se había inventado en 1845 la tetina de goma por Elijah Pratt aunque hasta 1900 no se empezaron a crear biberones prácticos que funcionaran con este tipo de tetina.

Fue inventado por el inglés William Browning en 1741, inyectando ácido carbónico al agua mineral. Posteriormente en 1767 el inglés Joseph Priestley creó un método para insuflar dióxido de carbono y hacer agua con gas. En 1807 se empezó a popularizar gracias a un médico norteamericano llamado Phylip Syng Physick que lo recomendó para dolencias estomacales. En 1832 John Matthews inventó un aparato para saturar el agua con gas carbónico y durante ese siglo se fueron creando gaseosas de múltiples sabores con lo que llegó su popularización masiva.

En Mesopotamia se empezaron a utilizar los primeros laxantes hace unos 5000 años, constaban de un aceite que se extraía de la raíz del ricino, de ahí pasaron a Egipto donde fueron muy populares. Más tarde en el imperio asirio hace 3500 años se inventó el laxante estimulante que contenía una gran cantidad de sodio, este tipo de laxantes eran muy efectivos y se siguieron utilizando en otras regiones del mundo, su único problema era la ingestión ya que solían tener un sabor malo y un olor nauseabundo. En la antigua Roma los laxantes se mezclaban con miel y limón para facilitar su ingestión.  Un farmacéutico húngaro llamado Max Kiss que vivía en Brooklyn mezcló el laxante con chocolate siendo el impulso para el consumo masivo de laxantes sobretodo en el mercado estadounidense, lo empezó a comercializar en 1905 y el nombre de su marca fue Ex-Lax.

Se comenzaron a utilizar en el siglo IV en China (algunos lo retrasan hasta el siglo I a.C) para alisar la seda, estaban hechas de latón que contenía brasas en el interior. En épocas posteriores en Europa se utilizaban alisadores de madera, vidrio o mármol pero estas no utilizaban el calor. En el siglo XVII se empezó a generalizar su uso gracias a a unas planchas calentadas al fuego huecas con madera o brasas ardiendo. En 1882 el estadounidense Henry Seeley inventó la plancha calentada con electricidad. Debido a que aún no había una red eléctrica en la mayoría de las casas hasta 1926 no se empezaron a utilizar para uso doméstico.

El primero en demostrar que las ondas de radio se podían reflejar en objetos sólidos fue el alemán Heinrich Hertz en 1886. Poco después Alexander Popov miembro de la escuela de la Armada Imperial Rusa desarrolló una aparato para detección de rayos lejanos, cuando lo probó entre dos barcos hizo una anotación de que había habido una interferencia al pasar un tercer barco por medio. El primero en fabricar un dispositivo para detectar la presencia de objetos alejados fue el alemán Christian Hülsmeyer en 1904, obtuvo la patente en Alemania y Gran Bretaña y le llamó telemobiloscope. Antes de la II Guerra Mundial varios países desarrollaron esta tecnología en secreto y de manera independiente como Francia, Italia o Estados Unidos. El primero en desarrollar su proyecto fue Robert Page que trabajaba para el Naval Research Laboratory del ejército estadounidense en 1934.