La inventó el estadounidense Richard G. Drew en 1925. Él trabajaba para la empresa 3M y al visitar una tienda que necesitaba papel de lija para preparar superficies metálicas antes de pintarlas se dio cuenta de las dificultades que tenían los pintores para pintar en dos colores las superficies metálicas de los coches. La cinta engomada que utilizaban se llevaba parte de la pintura cuando la sacaban así que él diseñó una cinta con el mismo adhesivo que su empresa utilizaba para fabricar el papel de lija.
En su primer diseño no resultó muy adecuado debido a que solo se puso adhesivo en los bordes y la cinta se caía, durante 2 años Drew se encargó de mejorar su invento y finalmente consiguió una cinta usando glicerina como adhesivo, con esta consiguió una cinta que conseguía adherirse a la carrocería sin caerse y que además no se llevaba la pintura al extraerla. Este invento se comercializaría para el gran público poco después mediante la marca Scotch.
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