Historia de los inventos

Se cree que su iniciador fue Tespis de Icaria y que comenzó en Atenas en el año 530 a.C., fue el introductor del coro y de las máscaras, así como el primero en crear un diálogo entre el coro y el personaje principal. En 511 a.C. se introducen competiciones de teatro en Atenas la primera de las cuales la ganó Frínico, un discípulo de Tespis, se conservan aun dos obras suyas la caída de Mileto y Las fenicias. La primera obra de teatro en castellano es el Auto de los Reyes Magos en 1150. El teatro como recinto en la Antigua Grecia estaba excavado en laderas de rocas mientras que el primer teatro construido en piedra se erige en Roma. En 1585 se construyó el primer teatro moderno el Olímpico de Vicenza en Italia diseñado por Palladio.

El primer restaurante reconocido que servía comidas a petición del cliente se estableció en China, en Kaifeng en el año 1153 llamado Ma Yu Ching y su especialidad era el pollo. En Europa el primer restaurante, el cual está aún en activo se encuentra en Madrid, lleva el nombre de Sobrino de Botín y fue fundado en 1725. En Francia el primer restaurante fue el Boulanger que abrió en 1765 que ofrecía una sopa que restauraba el ánimo de donde se deriva el nombre de restaurante. En Estados Unidos el primero fue el Julien's Restorator fundado por un francés en Boston en 1794.

Fue inventado por el italiano Santorre Santorio en 1626, era un termómetro de agua y estaba basado en el termoscopio de Galileo inventado varias décadas antes. tenía un bulbo que se introducía en la boca del paciente para así poder medir su temperatura. El termómetro de mercurio se inventó en 1867, el cual ya tenía un vidrio graduado con un depósito de mercurio dentro. Estos han sido los más comunes hasta que recientemente han sido sustituidos por los electrónicos. El termómetro clínico electrónico fue inventado en 1954 por el Coronel estadounidense George T. Perkins.

El neón fue descubierto por William Ramsay y Morris Travers en 1898. Su utilización para la iluminación tuvo un primer intento con los tubos Moore inventados por Daniel Moore en 1900. La Societe de l'Air Liquide producía como subproducto grandes cantidades de neón debido a la licuefacción del aire en 1902, su propietario decidió emplearlo metiendo cantidades de este gas en un tubo y pasar corriente eléctrica por él. No solo se quedó en las luces de neón, sino que probó con otros gases nobles para producir otros colores como el argón o el helio que producían luz azul y amarilla respectivamente. En 1910 presentó su invento al mundo en la exposición de automóviles de 1910 en París presentando ya los tubos sellados como actualmente. En 1915 consiguió la patente en Estados Unidos y tuvo el monopolio allí con su empresa Claude Neon Lights. En 1917 Moore inventó la lámpara de neón.

El primer aerogenerador lo invento el estadounidense Charles Francis Brush, lo instaló en su propio terreno en Cleveland, el rotor tenía forma de rosa de los vientos y 144 palas, medía 17 metros de diámetro, y podía producir hasta 12 Kw. La energía producida se utilizó en el consumo de su mansión durante 20 años. Otro de los pioneros fue el danés Poul La Cour que construyó varios aerogeneradores en 1904 en la escuela de Askov, estos eran mucho más eficientes que los de Brush y tenían cuatro o cinco palas. En 1940 la empresa danesa F. L. Smidth empezó a fabricarlos con 2 o 3 palas, estos últimos son los utilizados actualmente. En 1950 con un aerogenerador de 3 palas el danés Johannes Juul consiguió generar corriente alterna.

Fue inventado por Roy J. Plunkett en 1938 cuando trabajaba en la empresa Du Pont para desarrollar sustancias refrigerantes, buscaba la manera de crear tetrafluoretileno en grandes cantidades para ello lo metía en botellas, una de estas dejó de fluir el gas a pesar de que aún no había alcanzado el punto de vacío y por tanto contenía algún tipo de masa dentro, al serrar la botella para ver lo que pasaba se encontró con un material sólido y resbaladizo, el análisis posterior determinó que el hierro había actuado como catalizador a alta presión.  En 1941 se patentó el PTFE o perfluoretileno y en 1945 se patentó la marca Teflon, nombre por el que es conocido este compuesto. Uno de sus primeros usos y el más famoso fue su utilización para fabricar sartenes antiadherentes creadas por Tefal y otros fabricantes, aunque se ha utilizado en multitud de otros usos como en la electrónica, en revestimientos de vehículos espaciales o en pinturas y barnices.

Fue inventado por la química estadounidense de origen polaco Stephanie Kwolek en 1965. Esta científica trabajaba para la empresa DuPont que buscaba una nueva fibra fuerte pero de peso ligero para utilizar en los neumáticos, lo cual llevó a crear un polímero líquido-cristalino, sintetizando monomeros de parafenilendiamina y cloruro de tereftalolio. El disolvente original era la hexametilfosforamida aunque se sustituyó posteriormente.  Esta fibra es muy resistente incluso a temperaturas extremas y se ha utilizado para múltiples usos después que DuPont lo comercializase a partir de 1972. Se utiliza en la criogenia, para fabricación de objetos defensivos como en los carros de combate, en cascos de combate o en trajes antibalas, o para prendas de equipos deportivos entre muchos otros usos.