Historia de los inventos

Se atribuye el invento al inglés George Cayley, aunque la primera patente se la concedierion al americano Edward J. Claghorn diseñado para evitar caídas para algunos trabajos como el de bombero. En cuanto a los cinturones para coches el pionero fue el médico estadounidense Hunter Shelden que se le ocurrió el invento debido por la gran cantidad de lesionados en la cabeza que se atendían en su hospital debido a accidentes de tráfico y propuso junto a la utilización otras medidas como techos reforzados, las barras antivuelco o el seguro en las puertas. Aún así el primero en intentar este tipo de cinturones de seguridad fue Glenn Sheren que lo consiguió en 1958 que llevaba buscando desde 1952. El primer coche en llevarlos de serie fue de una marca sueca, concretamente el Saab 750 GT, aunque ya se habían ofrecido como opción en algunos modelos de Nash y Ford en Estados Unidos. Los cinturones de tres puntos es decir los modernos los patentaron Roger Griswold y Hugh DeHaven en 1955 y...

Fue inventado por Benjamin Franklin en 1749 en Estados Unidos, y posteriormente de manera independiente por un sacerdote checo llamado Prokop Divis en 1754. Hay algunos edificios anteriores con barras de metal encima del edificio como los templos budistas de Sri Lanka o la torre inclinada de Nevyansk en Rusia, pero no se sabe si fueron puestos intencionadamente como pararrayos o bien se pusieron para otros usos. Benjamin Franklin había especulado con la naturaleza eléctrica de los relámpagos, para comprobar sus hipótesis tuvo que hacer algunos experimentos, el más famoso de ellos fue el de llevar una cometa unida a una llave de metal para que atrayase los rayos durante una tormenta, ató a la cuerda de la cometa una cinta de seda aislante para que no llegase el impacto a su cuerpo. Una vez demostrada su teoría se empezaron a poner varios de estos objetos en algunos edificios célebres de Philadelphia como el de la Academia de Filadelfia y en el Pennsylvania State House en 1752. ...

Uno de los faros más conocidos y posiblemente el primero de la antigüedad fue el de Alejandría construido en tiempos de Ptolomeo II en el años 280 a.C en la isla de Pharos en Egipto, tenía más de 100 metros de altura con una gran hoguera arriba, aguantó en pie durante más de mil años, pero varios terremotos que se produjeron en la Edad Media acabaron con él, utilizándose finalmente sus restos para construir la ciudadela de Qaitbay en 1480, se puede hacer una idea de su composición gracias a faros romanos que aún siguen en pie en la actualidad como la Torre de Hércules o los restos del faro de Dover.  Una de las grandes innovaciones en los faros fue introducida por Augustin-Jean Fresnel en 1822 que inventó una lente que permitía concentrar la luz y que hacía que esta llegara mucho más lejos que en los anteriores faros, se empezaron a popularizar en 1860.

Los primeros intentos de conseguir un equipo de buceo fueron debidos al inglés John Lethbridge que parece ser que consiguió fabricarlo en 1715. En 1771 el francés Freminet consiguió hacer un traje que funcionaba con aire comprimido que portaba en un depósito en la espalda que se llamó hydrostatergatique. En 1860 Rouquayrol consiguió hacer un traje con un regulador de aire que fue mejorado por Denayrouze en 1864, aunque no permitía mucho tiempo dentro del agua. Más tarde en 1918 el japonés Ohgushi y en 1926 Fernez y Le Prieur consiguieron hacer un traje con un cilindro de alta presión y un dispositivo de respiración. A partir del invento de Fernez y Le Prieru en 1943 se inventó la escafandra que permitía respirar bajo el agua gracias a una o varias botellas con aire a presión en el interior y un regulador que permitía un flujo regular de aire sin importar la presión del agua que difiere a distintos niveles de profundidad. Lo consiguieron los franceses Jacques Cousteau y Émile Gagna...

El primer extintor patentado fue un extintor que funcionaba con pólvora. Lo patentó Ambrose Godfrey en Inglaterra y era un barril lleno de un líquido extintor de incendios y una cámara con pólvora que se hacía estallar dispersando el fuego, la viabilidad de este producto era bastante cuestionable. En 1818 George William Manby ya inventó el extintor con el mecanismo actual, este era un recipiente de cobre con una solución de carbonato de silicio mezclada con aire comprimido. Otro extintor bastante popular fue el de sosa-ácido inventado por el francés François Carlier en 1866.  Ya en el siglo XX se inventó en Rusia el extintor que funcionaba con espuma química por Aleksandr Loran el cual había inventado también la espuma que se contenía dentro, los componentes de esta espuma eran el sulfato de aluminio por una parte y bicarbonato de sodio y agua por otra. Estos dos líquidos se mezclaban y se creaba espuma y dióxido de carbono. Esta espuma salía en forma de chorro.

El invento de este objeto es difícil de escudriñar, parece ser que se empezaron a utilizar en Roma, o quizás lo adquirieron de los antiguos habitantes de la península itálica los etruscos ya que se encontraron herraduras de bronces con clavos en una tumba de esta civilización. Según Cátulo en Roma se utilizaban unos objetos parecidos de cuero para calzar a los caballos. Sin embargo las primeras referencias escritas de herraduras de hierro no llegan hasta el siglo X d.C. aunque seguramente existían desde mucho antes. Durante las cruzadas ya eran un invento consolidado y muy popular.

El paracaídas aparece representado ya en 1470 en un manuscrito anónimo italiano, pero parece ser que solo fue un invento teórico al igual que los siguientes bocetos que hizo Leonardo da Vinci, con los cuales se dice que el inventor croata Fausto Veranzio hizo un modelo real alrededor de 1615. Finalmente en 1783 ya se tiene constancia del primer salto en paracaídas en Francia por Louis-Sébastien Lenormand, el cual ya le dio el nombre actual. Jean Pierre Blanchard lo utilizó en los primeros saltos desde un globo ya que pensó que era el método más seguro para descender de un globo, en base a inventos de este André Garnerin hizo el primer salto con un paracaídas sin montura.