La primera utilización de este arma incendiaria se dio entre las tropas franquistas en 1936 para luchar contra los tanques rusos que apoyaban a los militares republicanos, se utilizaron por primera vez en la ofensiva republicana contra el bastión de Seseña. Se fabricaban con tarros de mermelada, en los que se introducía petróleo que se envolvía con telas de cortina o de una manta.
Sin embargo el nombre por el que se ha hecho popular proviene de la Guerra de Invierno entre la URSS y Finlandia, debido a un comunicado del Ministro de Asuntos Exteriores de la URSS donde dijo que no estaban bombardeando Finlandia sino mandando alimentos, a partir de aquí los finlandeses les pusieron el nombre satírico de paneras Molotov a las bombas rusas, y a las armas incendiarias que utilizaban ellos cócteles molotov ya que necesitaban una bebida para acompañar la comida. Los finlandeses refinaron el uso de este arma utilizando una mezcla de gasolina, alquitrán, queroseno y clorato de potasio y eliminaron la necesidad de quemar el artefacto antes de tirarlo ya que se incendiaba al romperse. Este arma fue tan popular que la empresa finlandesa Alko los produjo en masa llegando a fabricar 450.000 cócteles.
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