Se conoce su uso ya desde el II o III milenio a.C. en Egipto aunque su uso era muy esporádico ya que se utilizaba más el papiro. También en textos babilónicos o asirios a partir del siglo VI a.C. se utilizaba este material. Sin embargo su perfeccionamiento fue debido a la ciudad de Pérgamo, una ciudad griega en clavada en el Asia Menor debido a la necesidad de tener un material nuevo para crear una biblioteca que quería hacer su gobernante Eumenes II. Para ello se inventó un nuevo tratamiento para las pieles en 170 a.C., estas se tensaban, raspaban y limpiaban para crear una hoja delgada y blanca que se podía utilizar por ambas caras para escribir sobre ella. El pergamino era mucho más fuerte que el papiro, el cual era el elemento más habitual utilizado para la escritura. El pergamino no se enrollaba como el papiro en largas hojas enrollables sino que se pegaban sus hojas a la manera de los modernos libros.
Fue inventada por el chino Bi Sheng aproximadamente en el año 1041 durante la dinastía Shong y la hizo con porcelana china. Los tipos móviles estaban hechos a base de arcilla cocida que ponía sobre una placa de hierro. En Corea se utilizaron durante la dinastía Goryeo a principios del siglo XIII los tipos metálicos, también en este siglo XIII se empezaron a hacer los tipos de madera en China y a finales del siglo XV las clases altas utilizaron el bronce. En Europa se inventó independientemente del invento chino la imprenta de tipos móviles por Johannes Guttenberg a mediados del siglo XV, su primer libro fue una biblia escrita en latín impreso en 1552 aproximadamente en la ciudad de Maguncia (Mainz), esta se popularizó rápidamente al resto de Europa y fue mucho más fácil de utilizar gracias a que el alfabeto latino tenía muchos menos caracteres que los de la escritura china.
Comentarios
Publicar un comentario