El proceso por el que se rige el termo lo inventó el químico escocés James Dewar en 1892, a partir de dos cámaras de latón una encerrada en la otra creó un vacío parcial de aire en el espacio que quedaba entre las dos para mantener la temperatura del contenido estable, en su caso lo utilizó en un experimento para determinar el calor específico del elemento paladio.
Uno de sus empleados que trabajaba soplando vidrio patentó en 1903 el recipiente aprovechando que su jefe no lo había patentado, pensó que podría ser utilizado para mantener alimentos fríos, especialmente las bebidas. Así el alemán Reinhold Birger pudo crear una empresa llamada Thermos Gmbh que comenzó a comercializar el producto.
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