El italiano Giovanni Battista Baliani en 1640 hizo una especie de sifón que llevó a 21 metros de altura y vio que este no funcionaba, este fenómeno se creyó que era debido al vacío. Gasparo Berti al enterarse de esto intentó una manera de buscar el vacío para ello llenó un tubo de agua y lo tapó por los dos extremos, lo introdujo verticalmente en un recipiente lleno de agua, al abrirlo por el extremo en contacto con el recipiente este derramaba parte del agua fuera pero no toda el agua que contenía el tubo, dejando por tanto un espacio donde no había agua dentro del tubo que se pensaba que era debido a que se había creado el vacío. Así accidentalmente construyó el primer barómetro.
Torricelli pensó que los resultados del experimento de Berti no se debían a los efectos del vacío sino al peso del aire y en 1643 construyó un tubo lleno de mercurio que era 14 veces más pesado que el agua e hizo el mismo experimento que Berti, llegando a unos resultados que diferían a los elaborados con agua con lo que se pudo deducir que se debía al peso del aire (o presión atmosférica) la diferencia y no a la creación del vacío.
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