En 1891 se inventó una máquina que sería el antecedente de las máquinas tragaperras, se basaba en 5 tambores, con un total de 50 imágenes que contenían las cartas de la baraja y consistía en sacar una buena mano de póker. Fue inventada por Sittman and Pitt. Debido al éxito de este tipo de máquinas, en 1895 Charles Fey inventó la máquina tragaperras simplificando la anterior, con solo 3 tambores y cinco imágenes en cada una (herraduras, diamantes, picas, corazones y una campana). Esta ya tenía un sistema de pago directo, cosa que la máquina basada en el póker no tenía ya que los premios variaban según el establecimiento en que estuvieran y eran variables. El premio mayor de la máquina de Fey, llamada Liberty Bell, eran 50 centavos de dólar y se otorgaba cuando salían las 3 campanas. A pesar de que algunos estados de EE.UU. prohibieron este tipo de máquinas, su popularidad se incrementó en seguida siendo incluso copiada por algunas empresas. En 1963 se fabricó la primera máquina
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