Los antiguos zoológicos se remontan al año 3500 a.C donde en la antigua ciudad egipcia de Hierakonpolis ya existía un lugar donde se exhibían animales salvajes. En la mayoría de imperios ha habido este tipo de recintos creados por las clases altas de la sociedad, en especial por reyes o emperadores.
El primer zoológico moderno se creó en la capital del Imperio austrohúngaro, Viena, en 1752 por orden del emperador Francisco I, aunque en su principio fue también exclusividad de la familia real en 1765 se comenzó a abrir al público. Su nombre es Tiergarten Schönbrunn y aún hoy sigue existiendo. Pronto se extendió la moda a otras capitales europeas, abriéndose uno en Madrid en 1775 y otro en París en 1795.
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